Una antigua creencia asegura que la Luna influye directamente en el comportamiento biológico de los vegetales y en consecuencia, afecta a una serie de actividades agrícolas. La técnica de cultivar mirando al cielo se adapta bien a la tendencia actual de retorno a lo natural, dentro de esta se advierte un interés creciente por la astrología. Desde sus orígenes, el hombre ha atribuido a la influencia de los astros el comportamiento de animales y plantas. La atención se ha centrado particularmente en aquellas manifestaciones con un carácter periódico muy regular, como por ejemplo los ciclos vegetales, que dependen directamente de las estaciones.
Entre todos los astros, la Luna es el que siempre ha llamado más la atención, tanto por su tamaño como por el aspecto cambiante que presenta según sus fases. Las observaciones de las fases lunares junto con el comportamiento biológico de los vegetales han puesto en evidencia una serie de coincidencias de notable precisión y regularidad que no han podido atribuirse a la casualidad.
En diferentes regiones del mundo, el nivel del mar aumenta cuando la Luna crece y disminuye al estar en fase decreciente. La intensidad del fenómeno está directamente vinculada a la atracción de la Luna. Por eso se piensa que mueve los humores de los organismos vivos, es decir, la sangre de los animales y la savia de las plantas , activando su circulación y favoreciendo las funciones biológicas y que por el contrario, tiene un efecto opuesto cuando esta ausente o en fase decreciente.
LUNA Y EL ZODIACO
-Signos de fuego (aries, leo y sagitario): son favorables para los cultivos que se benefician del calor.
-Signos de tierra (tauro, virgo y capricornio): estimulan el desarrollo de las raíces y por tanto de las hortalizas subterráneas, zanahorias, nabos, cebollas , etc..
-Signos de aire (géminis, libra y acuario ) son propicios para todos los cultivos, especialmente para los de flor.
-Signos de agua ( cáncer, escorpio y piscis): son muy adecuados para el cultivo de hortalizas tiernas y jugosas como las lechugas, manzanas, calabacines etc..
LUNA BLANDA (MENGUANTE) Y LUNA DURA ( CRECIENTE )
La tradición campesina aconseja sembrar las semillas observando atentamente las fases lunares, según el tipo de cosecha que se desee conseguir.
Se llama Luna blanda a la Luna menguante la cual favorece la protección herbácea de los tallos y del follaje.
La Luna creciente es calificada como Luna dura porque por el contrario, induce a la producción rápida de espigas y granos.
Si se tiene en cuenta estas posibilidades se obtienen cosechas resistentes y abundantes. Por descontado, es necesario encontrar en cada fase el momento climático adecuado. Para cada especie ornamental o de huerto existen temperaturas mínimas y óptimas para la germinación, el crecimiento, la floración y fructificación, que hay que tener presentes más que ningún otro factor.
Con Luna menguante: sembrar o plantar lo que crece bajo el suelo, en el huerto zanahorias, nabos, cebollas, etc. En el jardín bulbos, tuberculos.
Con Luna creciente: sembrar o plantar lo que crece alejado del suelo cuya floración y producción de frutos se acrecienta con el aumento de la fuerza vegetativa, en el huerto tomates, berenjenas, legumbres. En el jardín plantas trepadoras en flor, rosales reflorecientes, etc.
GERMINACIÓN
La Luna creciente se considera en líneas generales favorable para la germinación y el arraigamento.
TRANSPLANTES A RAÍZ DESNUDA
Este tipo de trasplantes se realizan en Luna menguante, que asegura el reposo vegetativo.
MULTIPLICACIÓN AGÁMICA
Luna creciente: se realiza el acodo, la división de matas y la plantación de brotes, efectivamente para que enraíce bien es necesario que se encuentre en una fase de plena actividad. Los esquejes se plantan en Luna menguante, para que las sustancias nutritivas permanezcan a disposición de las raíces que se han de desarrollar.
PODA
Durante la Luna creciente, el influjo lunar tiene una gran importancia pues sirve para potenciar los efectos estimulantes de la poda de invierno.
COSECHA
Si se tiene en cuenta la influencia lunar sobre la circulación de líquidos en los tejidos vegetales, es aconsejable:
-Recoger en Luna creciente las hortalizas y frutas que se consumen frescos, y en general todos los productos que se deben degustar tiernos y jugosos.
-Recoger en Luna menguante las hortalizas de semilla (judías, guisantes, etc), tomates para conserva, frutas para mermeladas, frutos secos (nueces, avellanas, etc.) y en general todos los productos destinados a un consumo no inmediato, incluidos los que se van a congelar.
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Muy interesante, nunca habia visto tanta información sobre la luna y el cultivo en tan pocas lineas. Gracias por el aporte!
Hola, estoy en un momento como se dirìa, en pininos y me intereso por cotribuir un poco con el medio ambiente que en lugar de dejar sin una planta a un buen pequeño detras de mi casa, lo que quiero es informaciòn sobre en que fase lunar debo sembrar àrboles de frutos externos como la naranja, mispero y tomàtes de àrbol. Por sus valioso aporte con sus experiencias conocimientos. Gracias