LOS RECIPIENTES
Los recipientes que se usan comúnmente, también los más adecuados para las plantas de interior, son los de terracota. En la actualidad casi siempre recibimos o compramos las plantas en recipientes de plástico; muchos expertos floricultores opinan que sería conveniente sacarlas de estos recipientes y meterlas en otros de terracota, dado que las macetas de plástico favorecen los fenómenos de asfixia de las raíces de algunas de las especies más delicadas.
Alguien se preguntara entonces por qué los floricultores proporcionan las plantas en recipientes de plástico; ¿para que se mueran más deprisa?, no, los recipientes de plástico favorecen la radiación y por ello un mayor número de plantas arraigan.
Por otra parte, los recipientes de plástico se pueden usar con buenos resultados en el cultivo de geranios en terrazas o balcones; de hecho, éstos prefieren terrenos frescos y con los recipientes de plástico se conserva siempre un cierto grado de humedad en la tierra; sin embargo, no conviene excederse con el riego ya que existe peligro de que se formen hongos.
Volviendo a consideraciones sobre los recipientes, recuerde que debe comprobar que tengan agujeros en el fondo. Además, debajo de cada maceta debe colocar un plato adecuado, normalmente de plástico para recoger el agua.
Los recipientes de plástico pueden resultar ventajosos en el caso de plantas particularmente grandes. En cualquier caso, siempre que sea posible es mejor elegir macetas de terracota, que han de tener un agujero en la base para evacuar el agua.
TIERRA Y MANTILLO
La elección de un buen mantillo es el punto de partida para poder cultivar con éxito las plantas manteniéndolas sanas y bonitas. De hecho, no todas gustan del mismo tipo de sustrato y, en algunos casos, el no haber elegido el más adecuado puede comprometer su cultivo; otras, en cambio, no son tan exigentes en este sentido.
El mantillo siempre se debe comprar y no utilizar nunca la tierra del propio jardín, ya que podría contener semillas de hierbas infestas y no tener un Ph (reacción del terreno) adecuado para el cultivo de nuestra planta.
El Ph es uno de los elementos más importantes que se han de tener presentes en el cultivo (esto vale para todas las plantas, sean de jardín o de fruto). El Ph de un terreno puede ser alcalino o ácido (la mayor parte de las plantas que viven en interior prefieren un terreno ligeramente ácido y soportan mal el exceso de alcalinidad).
Para saber si una planta vive en un terreno calcáreo (por lo tanto alcalino) o ácido, es necesario llevar una muestra del terreno en el que vive a un laboratorio de análisis químicos. Usted, sin embargo, no necesita llegar tan lejos, bastará con que compre un buen mantillo, dejándose aconsejar por su floricultor de confianza.
Un sistema bastante fácil para comprobar si una planta vive en un terreno demasiado calcáreo consiste en observar si las hojas se ponen amarillas; en este caso conviene cambiar la tierra aportando otra ácida.
El mantillo que se encuentra habitualmente en las tiendas está compuesto por 6 partes de tierra de media mezcla, 2 partes de turba y dos partes de tierra ordinaria lavada.
LOS TRASPLANTES
La primavera es el mejor periodo para cambiar el mantillo ya viejo, saturado del calcio acumulado por la utilización de agua del grifo para el regado, y para sustituir las macetas de las plantas que, al crecer, necesitan más espacio para sus raíces. Las plantas jóvenes se suelen trasplantar todos los años, mientras que en las adultas el trasplante se práctica cada dos o tres años, operación que se intercala con añadidos de tierra fertilizada en el periodo de primavera-verano.
Además es bueno trasplantar las plantas a una tierra similar a la que tenían, por lo que al comprar una planta debe informarse de la tierra usada.
En general se utiliza o el mantillo de tierra de jardín o un mantillo universal, y es bastante fácil distinguir los dos tipos: el mantillo a base de tierra de jardín es claro, mientras que el universal es oscuro y más ligero.
Es evidente que al cambiar una planta de maceta debe utilizar otra de tamaño ligeramente más grade; si mira el fondo del tiesto le indicará el nº del diámetro, o el tamaño en litros.
Para cambiar la maceta o el mantillo debe proceder del siguiente modo:
-Alrededor de una hora antes del trasplante riegue abundantemente la planta; esto hará más fácil sacarla de la maceta. Deje en remojo las macetas nuevas hasta que dejen de subir burbujas a la superficie.
-Vuelque la maceta sujetando la planta y la tierra con la palma de la mano.
-Golpee el borde de la maceta contra la mesa o una superficie sólida para conseguir que se despegue toda la tierra que hay alrededor de las raíces.
-Una vez fuera de la maceta, retire las raíces podridas o secas y si la planta es vieja o ha sufrido especialmente durante el invierno, reduzca las raíces con una buena poda. Elimine parte del mantillo que ya está agotado.
-En este punto añada el nuevo mantillo alrededor de la planta y presione bien con los dedos teniendo cuidado de no llenar completamente la maceta, dejando unos 2-3cm de espacio entre el borde del tiesto y la tierra para el agua de riego.
-Riegue abundantemente, vigilando que el exceso de agua en poco tiempo por el orificio de la maceta.
Para trasplantar plantas de gran tamaño debe volcar el tiesto sobre un lado y golpear el borde con un trozo de madera; después deslice la hoja de un cuchillo alrededor de todo el borde interno de la maceta. A continuación, con la ayuda de otra persona, saque la planta con el mantillo, a partir de entonces siga los pasos ya descritos.
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Creo que hablas de mantillo y sustrato com si fuesen sinónimos, y no lo son. El mantillo puede usarse para mejorar el sustrato evitando que se seque tanto.