La sandía es una de las frutas que más agua contiene (en torno al 93%), es dulce, jugosa y refrescante, ideal para saciar la sed en los meses más calurosos, y además ofrece muchísimos beneficios para nuestra salud. Es por ello que a día de hoy es una de las frutas más extendidas por todo el mundo, sobre todo en los meses de verano.
Aparte de su elevadísimo contenido en agua, en la composición de la sandía destaca sobre todo la riqueza en fructosa y el escaso número de calorías que posee, así mismo su aporte en grasas es mínimo. Es depurativa, ya que su contenido en fibra ayuda a limpiar los intestinos y favorece la eliminación de residuos tóxicos; y si a todo esto le sumamos su fantástico poder diurético tenemos en la sandía la fruta perfecta para bajar de peso como adelgazante natural. Y encima… está buenísima!
Pero no solo eso, es antioxidante y aporta unas cantidades nada despreciables de potasio, magnesio y otras sales minerales, además de vitamina A, C y E. De hecho, la sandía aporta cuatro veces más vitamina A que la naranja.
Las temperaturas templadas, ligeramente calurosas entorno a los 25ºC, son las idóneas para el crecimiento de la sandía; y a pesar de que también se cultivan en invernaderos, no hay nada como el sabor de una sandía plantada al aire libre, y más aún si ésta la has cultivado y mimado tu mism@. Las sandías cultivadas al aire libre florecen con la entrada de los meses de más calor, a finales de primavera y principios de verano, así que están maduras y podemos disfrutar de ellas durante todo el verano e incluso a principio de otoño.
El cultivo de sandías no es especialmente complicado. En primer lugar hemos de escoger el lugar en donde las vamos a plantar en función del espacio que tengamos, removiendo bien la tierra para airearla y hacer que tenga buen drenaje. Cuanto más suelta o arenosa sea esta tierra, mejor.
Dentro de las posibilidades (muchos de vosotr@s no dispondréis de jardín y plantaréis en grandes macetas) el sembrado de la sandía debe hacerse en espacios relativamente grandes y profundos, ya que estamos hablado de una fruta que alcanzará un gran tamaño. El suelo ha de ser fértil y suave, y conviene que esté expuesto a la luz del sol la mayor cantidad de horas posibles.
Sembrar sandías es muy sencillo y se hace de la manera tradicional. Primero elige el tipo de Sandías que vas a plantar: Sandía Crimson Sweet, Sandía Klondike, Sandía Sugar Baby, etc.
Utilizando una azada o pequeño tractor, en caso de que el terreno sea muy grande para remover la tierra, formaremos las tradicionales hileras (caballones) para plantar las semillas, siempre recordando que hay que dejar un espacio suficiente entre ellas para que crezcan sin molestarse las unas a las otras. Por ello, haremos pequeños agujeros de 2 a 3 centímetros de profundidad y dejaremos en cada uno un puñado de cinco a siete semillas, separando las cavidades de unos 30 centímetros. En caso de que vayamos a plantar una sandía de manera individual en un gran macetero, asegurémonos de que ésta tiene suficiente espacio para desarrollar sus raíces.
Para que las semillas puedan germinar, hemos de procurar mantener la tierra siempre húmeda. Una vez lo hayan hecho, los brotes tardarán en salir a la superficie unos diez días, dependiendo del calor y la tierra. Más tarde, cuando ya hayan florecido, necesitarán menos cantidad de agua, así que bastará con regarlas tres o cuatro veces por semana. El cultivo de sandías no requiere de un especial cuidado y mantenimiento. Simplemente conviene mantener la zona de sembrado limpia de malas hierbas y que en caso de utilizar fertilizantes éstos sean preferentemente orgánicos que no incrementen el pH del suelo.
Una vez estas semillas ya hayan dado su fruto. ¿Cómo saber si éstas están listas para recolectar? Para saber si la sandía está madura debemos observarla y palparla bien. Veremos como el color de la piel de la sandía cambia, se hace algo más clara y brilla, y la zona que está en contacto con la tierra adquiere un tono amarillento. Si además al golpear la cascara de la sandía con la palma de la mano, ésta vibra podemos considerar la que fruta ya está un su punto óptimo para estar recolectada.
Un último dato para que os animéis a cultivarlas: la sandías tienen un potente efecto afrodisíaco…¡¡viagra en estado puro!!